Vivo en un pequeño complejo de apartamentos con vecinos amigables, pero entre ellos hay una mujer hermosa llamada Ranran Fujii que vive con su esposo y atrae mi atención especial. No es porque sea fea, sino porque es demasiado hermosa para una mujer casada. Su marido suele trabajar horas extras, por lo que suele llegar tarde a casa. Durante una conversación en el pasillo, me enteré de que ella también tenía deseos bastante altos y que su marido era débil, por lo que nunca había estado satisfecha. Se veía triste y me hablaba un poco sexualmente. A una novia como yo realmente le gusta escuchar historias como esa. Un hermoso día me invitó a su casa a jugar y ya sabéis como terminó, la hice feliz y además pude chorrear por todo su coño.
Deja un comentario