Un poderoso jefe acosador al que no le gustaba aceptarlo fisiológicamente puso su mano en mi entrepierna. Aunque levantó la voz y se resistió, dijo que tenía derecho y fue violada. Si el duro palo de carne del jefe termina yendo y viniendo varias veces, el primer orgasmo lo logrará estando mojado y rogando por sí mismo si quiere ese palo de carne nuevamente.
Deja un comentario